Les pensées qui glacent la raison (piso 12)

Las cosas comenzaban a aclararse en su cabeza con dificultad, lentamente pero lo hacían. No estaba ebrio ni drogado aquella sensación de desconcierto solo la había sentido cuando Ares lo intervenía porque quería algo .... y él sabía perfectamente que querían los mellizos, lo que no lograba comprender era el por qué detrás de aquella acción si podía complacerlos sin dudarlo.

Se paró después de darle un beso en la comisura del labio a su prima y se acercó a Apolo. Le arrebató el Whisky y bebió del vaso hasta vaciarlo. Sus rostros estaban tan cerca que podían sentir las respiraciones entre cortadas uno encima del otro.

- Vamos primito sabes que dormir no es exactamente lo que quieres hacer - susurró sobre los labios del otro.

Lo besó con lentitud aprovechándose del pánico, desde el olimpo que tenía ganas de hacer eso ... ¿Cuándo se supone que había bajado? No lo recordaba, aunque suponía que había sido hace poco sus recuerdos en la tierra eran escasos y escandalozos, pero no le importaba sólo se mentalizaba en llenar aquél vacío que tanto lo consumía...

Estaba en total acuerdo en destruir todo aquello que pudiera traerle un recuerdo a su primo acerca de la pulga. Sonrió terminando el whiskey que contenia el vaso de vidrio.

- Si quieres ir a recostarte...puedo ayudarte - susurró bebiendo de su whisky - Estamos a horas de Navidad, debemos hacer algo grande.

- William, no sabes como adoro tus ideas, más si me vuelvo participe de una de ellas - Sonrió pícaramente. Acercandose a su hermano y a donde estaba su primo bebiendo hasta la última gota del vaso.

- Vamos primito sabes que dormir no es exactamente lo que quieres hacer - susurró sobre los labios del otro.

William le tomo por la cintura y le besó la mejilla, sabian exactamente que debian hacer. Cada uno tomó de un brazo a Deimos y lo llevaron hasta el sofá rojo.

- No te resistas a los encantos de estos hermanos - Se lamió los labios la mirada del nombrado parecia devatirse entre ambos hermanos que caminaban hacia él - Prometimos distraerte pero nunca nombramos dormir - Susurró besandole el cuello , Apolo se encontraba acariciando su pecho, dejandolo extasiado con el movimiento de sus manos. - Benjamin Thomas Barnes para que hacerte soñar con una fantasía, si podemos hacerla realidad.

- Vamos primito sabes que dormir no es exactamente lo que quieres hacer - susurró sobre los labios del otro.

Cuanto ansiaba sus labios, le devolvió el beso con la misma lentitud,mientras su hermana los observaba casi extasiada. Volvía a ser el dios oscuro y ávido de sensaciones nuevas que ni se reprimía,ni se enamoraba y eso era lo que más le gustaba...Un Deimos enamorado y fiel perdía parte de su encanto.

- No te resistas a los encantos de estos hermanos - Se lamió los labios la mirada del nombrado parecia devatirse entre ambos hermanos que caminaban hacia él - Prometimos distraerte pero nunca nombramos dormir - Susurró besandole el cuello , Apolo se encontraba acariciando su pecho, dejandolo extasiado con el movimiento de sus manos. - Benjamin Thomas Barnes para que hacerte soñar con una fantasía, si podemos hacerla realidad.

Recostó a Deimos en el sofá y sin dejar de besarlo comenzó a quitarle sin prisas la camisa recorriendo su pecho, deteniéndose un instante sólo para beber más whisky de la botella sobre la mesa. Quería que su primo no recordara nada de su vida anterior, que renaciera ese día y empezara desde cero. En el fondo sabía que lo que hacia estaba mal, pero en la guerra y el amor: se valía todo.

Haciendo una pausa miró de soslayo a Nina y comenzó a quitarse sus propias ropas mientras miraba el fuego, nunca había hecho ni estado en un trío y sería emocionantemente perverso, en especial con Artemisa allí.

Apareció en medio de la habitación y sus ojos echaban chispas, se lo había advertido a Apolo, pero a éste sus advertencias le importaban un huevo y a su hermana también. Tomó al Dios del Sol por el cuello y lo lanzó lejos mientras que con una mirada fulminaba a Artemisa.

-¿Se puede saber que mierda están haciendo aqui? ¿No te lo dejé claro Apolo? Te dije que podias hacer...lo que hiciste sin aprovecharte!!!! - gritó.

Se acercó a Deimos y en un tono distinto le dijo.

- Tenemos que hablar de mucho tú y yo.

Se quitó la chaqueta y se la puso a su ex-sobre los hombros, mientras salian del departamento.

Estaba logrando su fantasía, tenía a Deimos allí completamente para él e iba a besarlo, pues no se cansaba de esos labios cuando algo o alguien lo lanzó al otro extremo del departamento.

-¿Se puede saber que mierda están haciendo aqui? ¿No te lo dejé claro Apolo? Te dije que podias hacer...lo que hiciste sin aprovecharte!!!! - gritó.

Ahi estaba el celópata de Cronos, sin duda debía de haber rastreado sus cosmos y no podría haber llegado en peor momento. Sacó a Deimos y, Apolo se acercó alarmado a Artemisa.

-¿Y si le cuenta lo que hicimos? - murmuró pendiente de las voces detrás de la puerta.

Abrió los ojos sorprendida y molesta. La noche prometia demasiado y acababa de terminarse abruptamente por culpa del celópata de Cronos, pero no se iban a quedar asi las cosas.

-¿Y si le cuenta lo que hicimos? - murmuró pendiente de las voces detrás de la puerta.

Le quitó de las manos la botella de alcohol y bebió un largo sorbo para sentarse con una mueca de fastidio incomparable sobre uno de los sillones de su primo.

- No te preocupes, no le conviene hablar de Jared, saldría perdiendo - sonrió - Y si lo hiciste una vez puedes volver a hacerlo cariño no hay mayor peligro.

- No te preocupes, no le conviene hablar de Jared, saldría perdiendo - sonrió - Y si lo hiciste una vez puedes volver a hacerlo cariño no hay mayor peligro.

Trató de mantenerse tan calmado como su hermana, su atención estaba puesta en el pasillo, Cronos y ellos no se llevaban muy bien y prefería mantenerse bien alejado de los dioses más antiguos pues los consideraba anticuados y aburridos, jugueteó distraídamente con los cabellos de su hermana, trenzándolos, de pronto se quedó sorprendido pues Deimos y Cronos ya no estaban.

- Se fue con él - Masculló - No creí que volviera con Cronos, lo saqué de los brazos de un humano y lo llevé a los de uno de los dioses más peligrosos - suspiró - ¿Alguna idea? Creo que ahora sí que estamos en lios.

Suspiró molesta. Había sentido a los dioses desaparecer y no podía estar más aguado su panorama. Una hermosa noche buena si se es conocedor del sarcasmo.

- Se fue con él - Masculló - No creí que volviera con Cronos, lo saqué de los brazos de un humano y lo llevé a los de uno de los dioses más peligrosos - suspiró - ¿Alguna idea? Creo que ahora sí que estamos en lios.

Caminó hacia la ventana, llovía con intensidad seguramente el clima había sido una consecuencia indirecta de su presencia, a Deimos le gustaba jugar con esas cosas.

- Dale algo más de crédito a nuestro primo ¿De verdad lo crees capaz de volver con el celópata de Cronos?.

Con un chasquido apagó la chimenea y las luces del departamento.

- Vamos cariño, tenemos trabajo que hacer en St. Ursanne

Ambos dioses desaparecieron dejando en la penumbra el doceavo piso del elegante edificio.,

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Llegó al departamento con una intensa sensación de vacío, de insatisfacción y de enojo ... Agradecía el haber tenido la cordura suficiente como para detener una ola de autodestrucción que se hubiese desencadenado si hubiese cedido.

El lugar estaba completamente oscuro y solitario. Caminó hacia el bar sin molestarse en encender las luces, sacó una botella de no sabía qué, daba lo mismo lo que decía la etiqueta de todos modos no se la iba a beber y la lanzó sobre la escalera de caracol dejando esparcidos los trocitos de vidrio por todo el alfombrado.

Tomó el trozo de cristal más grande y subió hasta su habitación apenas puso un pie en ella el reproductor de música comenzó a reproducir una canción que el muy bien conocía.


Se sentó al lado de la camina y sin prisa hizo presión con el afilado vidrio sobre su muñeca obligando con el corte a su cerebro a producir la serotonina que tanto necesitaba .. viendo como los hilitos de sangre contribuían a hacer que su existencia desapareciera lentamente ... aunque sabía que debido a su divinidad necesitaba hacer más que eso, el sólo hecho de sentir su dolor emocional como fisico le hacía sentir mejor.

Entró al elegante edificio, el conserje le lanzó una mirada de reconocimiento, saludándolo miró las escaleras y el ascensor. Lógicamente si iba por las escaleras tardaría más, pero estaba tan nervioso y tenso que, si lo hubieran tocado habría dado un salto. Se decidió por el ascensor, no había nada peor que retrasar algo que tendría que suceder tarde o temprano.

No tenía fuerzas para rastraer la energía de Deimos, y si sus primos estaban allí,la necesitaría para lidiar con ellos. El ascensor se detuvo en el piso número 12 y caminó como un sonámbulo hacia el departamento.

La mano le tembló ligeramente y tocó con firmeza. Oró para conservar la calma y se preparó para lo que fuera.

- Stef...Soy yo, tenemos que hablar - Murmuró.

¿Stef? ¿Se había equivocado? Estaban en el piso doce quiso convenserse de que no era asi. Bajó las escaleras lentamente sintiendo que cada paso que daba le significaba agregar más peso sobre sus cansados hombros. De mala gana se miró la herida aún sangrante y comenzó a curarla lentamente dejando algunas manchitas rojas sobre su blanca camisa. Su cabello estaba despeinado y lucía hasta opaco, sus ojos se veían vidriosos y perdidos en algún lugar indeterminado y su semblante no lo dejaba mejor ... estaba tan ensimismado que a penas caminaba.

La presencia detrás de la puerta se le hacía ajenamente conocida. Tragó en seco se trataba de un demonio recién convertido y su cuerpo pedía a gritos alguna clase de tregua, no se sentía capaz de enfrentar a nadie en esas circunstancias.

Tomó la manilla inseguro y abrió la puerta para encontrarse con un par de ojos azules, impactantes e imponentes pero tan hundidos en la tristeza como los propios.

- ¿Sientes que perdiste algo o un vacío en tu cabeza y no recuerdas el por qué?, bueno tus primos, especificamente Apolo, te quitó algo muy preciado, estabas enamorado y ahora no...Beliel, ojos azules.

Las palabras de Cronos llegaron a su cabeza en un molesto y sonoro flash back que no podía detener aunque quisiera.

- ¿Quién ....? ¿Beliel? - inquirió dubitativo

- ¿Quién ....? ¿Beliel? - inquirió dubitativo


Alzó una ceja, lo primero que llamó su atención fue el aspecto de Stefan, se veía tan mal como el mismo, Lo segundo,que lo llamara "Beliel" siendo que ya no era un jerarca,pese a que era Demonio,otra vez.

-¿Qué diablos bebiste o fumaste? - murmuró entrando y apartándolo de un empujón.

Examinó el departamento, quería cerciorarse de que estaba sólo, con aire molesto vio los tres vasos encima de la mesa de centro y restos de su camisa en la chimenea. Se cruzó de brazos y lo miró de arriba a abajo.

- Hueles a algo extraño - masculló - ¿Se puede saber por qué te largaste así como así? Si querias parrandear podías habérmelo informado, sabes que no te diría que no...Pero me dejaste tirado,el día en que asesinan a mis primos, el día en qué nuestro perro se muere, el día en que un Vampiro anda suelto con mi cara.

Se le acercó.

- Y no me llames Beliel, ya no lo soy...¿Te golpeaste en la cabeza?.

Cada palabra que emitía aquél joven lo desconcertaba aún más ¿Qué primos? ¿Qué perro? ¿Qué vampiro? ¿De la vida de quién se suponía que hablaba?

La ira que sentía hacia él era palpable y le clavaba como sientos de agujas pero ¿Por qué estaba tan enojado? ¿Qué le había hecho?.

- Y no me llames Beliel, ya no lo soy...¿Te golpeaste en la cabeza?.

Suspiró fúrico. Cerró los puños conteniendo las ganas que tenía de ir a descabezar a Apolo ... tenía una razon importante por la que quedarse delante de sus ojos.

- Algo parecido, un dios rubio y mimado me atacó, una diosa caprichosa casi abusa de mí y un celópata crónico me secuestro ...

Se alejó un poco del chico sólo para mirarlo con detalle ... no, no recordaba absolutamente nada acerca de él, pero él en cambio parecía tenerle una confianza y un cariño forjado en hierro.

- ... Y no recuerdo ni la mitad de mi vida - susurró bajando la mirada.

- Algo parecido, un dios rubio y mimado me atacó, una diosa caprichosa casi abusa de mí y un celópata crónico me secuestro ...


Se quedó mudo y la ira que sentía menguó considerablemente, lo miró de reojo, su confusión y desconcierto no eran fingidos.

- ... Y no recuerdo ni la mitad de mi vida - susurró bajando la mirada.

Se apoyó en el sofá y movió la cabeza sin poder creerlo, en eso vio esas pequeñas manchas en su camisa y se le hizo un nudo en la garganta, reponiéndose se acercó a él y le puso ambas manos en los hombros.

- Mírame a los ojos Deimos - intentó sonreír pero tenía los ojos llenos de lágrimas - Es una historia larga, demasiado larga para contártela en un solo día, no nos conocemos hace mucho pero hemos pasado muchas cosas juntos. Me impresionaste haciendo nevar, me has salvado de muchas cosas...- Bajó la mirada - Nos amabámos, incluso...Nos casamos.

Lo soltó y miró el fuego, era absolutamente injusto todo lo que estaba sucedíendoles.

- Te amo, aunque no tengas idea quién soy y aunque tenga que hacer que te enamores de mí otra vez,lo haré. - Le tendió la mano- Soy Jared, ya no me llames Beliel...Sólo, Jared.

Los ojos se le pusieron brillantes ... si bien su memoria no reconocía ninguna de las cosas de las que el joven hablaba su sola presencia llenaba en gran parte aquél vacío que lo desgarraba por dentro.

- Te amo, aunque no tengas idea quién soy y aunque tenga que hacer que te enamores de mí otra vez,lo haré. - Le tendió la mano- Soy Jared, ya no me llames Beliel...Sólo, Jared.

Sonrió como pudo ... no quería volver a ser engañado pero no podía negarse a la sinceridad que sentía fluír desde el demonio.

- Deimos ... o Ben ... o Stef como gustes - tomó la mano del joven - Encantado de volver a conocerte.

No aguantó más y se dejó llevar por un impulso más grande que él. Abrazó con ansias el cuerpo de Jared entre sus brazos mientras que sellaba el departamento, no quería que ningún dios supiera del encuentro, localizara sus energías o interrumpiera, no cuando las respuestas habían literalmente tocado su puerta.

Sin decir nada se sentaron sobre el sofá y Deimos escondió su cara sobre el hombro de su visitante.

- Te creo - susurró - El vacío ... llenas ese vacío que me atormenta desde que no recuerdo sin siquiera "conocerte".

- Deimos ... o Ben ... o Stef como gustes - tomó la mano del joven - Encantado de volver a conocerte.

Se había habituado a llamarlo Stef o Dei, pero reconoció,pese a lo confundido que estaba, que Ben le quedaba bien y, si tenían que volver a empezar desde cero, podría llamarlo así. Aunque él siempre fuera su Stef. Su abrazo lo reconfortó y también lo estrechó con fuerza, lo había extrañado tanto.

- Te creo - susurró - El vacío ... llenas ese vacío que me atormenta desde que no recuerdo sin siquiera "conocerte".

Lo miró a los ojos y sonrió, estaba más tranquilo aunque no menos dolido con el resto de los Dioses por haber intentado separarlos de esa forma.

- Aún podría hacerte un resumen...- susurró - Pero en su mayoría son cosas malas, te conocí con otra apariencia, cuando fui jerarca teniamos que buscar el sello infernal, hubieron muertes y cosas que no necesitas saber - lo miró - Ahora debemos destruír la Orden de la Cruz, y estábamos en St Ursanne dónde llegaron tus primos - frunció el ceño - ¿Que demonios se creen? ¿Que se creen por ser dioses? ¿Que pueden jugar con quienes no lo somos? Me enferma que alguno de ellos te haya borrado la memoria.

Aspiró hondo y serenándose se acercó con suavidad a él y lo besó lentamente, no quería traumarlo más de lo que ya estaba.

Aquél perfecto extraño resultaba ser una hermosa contradicción, no podía recordar nada acerca de él pero no podía imaginarlo lejos ... la conexión que compartían era fuerte y la atracción casi magnética, no podía alejarse de él ... la necesidad de protección y de supervivencia eran más fuertes ....

Sobre todo ahora que sentía los tibios labios de Jared sobre los suyos robándole un beso lento, sin mayor apuro ni complicaciones ... aquél chico parecía querer robarle el aliento para devolverle parte de su vida.

Se separó de él sólo para volver a perderse en la profundidad de aquél par de azules orbes ... ansiaba recordarlo todo los momentos buenos e incluso los malos, y por sobretodo quería comprender por qué aquella relación se le hacía tan insoportable a los demás.

- ¿Cómo fue que terminaste enamorándote de mí? - preguntó mientras descanzaba su cabeza en el hombro del demonio.

- ¿Cómo fue que terminaste enamorándote de mí? - preguntó mientras descanzaba su cabeza en el hombro del demonio.

Miró el fuego, aún seguía furioso contra quién fuera que le hubiera hecho a Deimos,y aunque tenerlo allí calmaba su enojo y sus nervios, era cómo si algo enorme se hubiera perdido. Lo abrazó y acarició distraídamente su cabello oscuro con sus dedos, aunque no lo recordara, era él y sólo eso importaba.

- Fue amor a primera vista - rió y lo miró de reojo - Estaba destrozado porque mi medio hermano decidió borrar sus recuerdos míos voluntariamente, es algo que hasta el día de hoy no le perdono. Eso me afectó y ahí te encontré, para calmarme me impresionaste haciendo nevar dijiste que eras bajista y yo canto en ocasiones, eso nos acercó pero tú no sabías que yo era Beliel,ni yo tampoco. Lo supimos más tarde - suspiró - y yo recordé nuestro pasado, no sé si me enamoré cuando hiciste nevar o cuando sostuviste mi mano cuando agonizaba a causa de la mala sangre.

Volvio a acariciar sus cabellos y reordenó sus ideas, su historia eran tan hermosa como increible, suspiró y retomó el hilo de la conversación.

- Hemos asesinado, hemos discutido...Soy un as para meterme en problemas y siempre me salvas, estuvimos en una universidad maldita "Dreamland" debiamos romper un sello infernal pero nos rebelamos en el último momento porque yo volvería a morir y otra vez nos separariamos, todo se resolvió gracias a ti...Asesinaste a Zacharias, el líder de los jerarcas y también mi padre. Y cuando creimos que todo había terminado, aparece Caín, enviado por la misma Orden.

Se removió inquieto y sacando su celular le mandó un mensaje a Damon, avisándole que había encontrado a Stef. Dejó el móvil sobre la mesa y miró a Deimos a los ojos.

-Teniamos una mascota "Dei" un cocker inglés completamente negro...Fue mi regalo adelantado de Navidad para tí, te seguía a todas partes y hablo en pasado porque murió,lo enterré en mi casa en St Ursanne...- su voz se quebró - Me ves tranquilo pero sigo dolido y furioso, me pregunto por qué no nos dejan ser felices...No soy un ángel, creí que me habías abandonado y besé a alguien más,pero no pude hacer más que eso.

Se levantó del sofá y caminó hasta el fuego, era de madrugada y seguía sintiendose algo vacio, tomando una botella de whisky que había sobre la mesa bebió un sorbo, preguntándose si podrían comenzar de nuevo.

-Tengo que ir a infiltrarme a un hospital psiquiátrico en Holanda...- murmuró con seriedad - ¿Irías conmigo? Conmigo siempre tendrás la verdad,por muy molesta o dolorosa que sea.

-Teniamos una mascota "Dei" un cocker inglés completamente negro...Fue mi regalo adelantado de Navidad para tí, te seguía a todas partes y hablo en pasado porque murió,lo enterré en mi casa en St Ursanne...- su voz se quebró - Me ves tranquilo pero sigo dolido y furioso, me pregunto por qué no nos dejan ser felices...No soy un ángel, creí que me habías abandonado y besé a alguien más,pero no pude hacer más que eso.

Un recuerdo borroso llegó a su cabeza acompañado de un agudo y corto dolor. Se veía acariciando a un cachorrito al lado de lo que parecía ser un enorme centro comercial, el miedo que emanaba del lugar era encantador ... y Jared estaba ahí mirándolo con una sonrisa y una expresión triunfal.

Le dolió escuchar la noticia, no sólo porque algo recordaba de la pequeña mascota sino porque la tristeza de Jared era casi palpable y eso le afectaba aunque no podía explicar por qué.

... Y acerca de lo otro, no sabía qué hacer ni qué decir ... Había besado a Apolo, a Nina y había dejado con las ganas a Cronos por pura venganza ... Después de meditarlo un tiempo más decidió no decirselo aún. No era el momento y sus recuerdos eran casi nulos... Y se hacía una idea de cómo hacérselo saber...

-Tengo que ir a infiltrarme a un hospital psiquiátrico en Holanda...- murmuró con seriedad - ¿Irías conmigo? Conmigo siempre tendrás la verdad,por muy molesta o dolorosa que sea.

Sonrió de costado, definitivamente no iba a dejarlo ir, menos ahora que obtenía sus tan ansiadas respuestas.

- No te vas a deshacer de mí tan fácilmente - sonrió ampliamente - Además una visita al manicomio quizás me haga recordar ... Me hace falta - rió.

Observó por la ventana, las luces de los árboles seguían encendidas haciendo que la ciudad luz se viera aún más luminosa.

- Va a ser navidad ¿Tienes pensado qué hacer? No me molestaría pasarla contigo ¿O prefieres volver a tu casa? Creo que Shannon se va a preocupar y ...

¿Shannon? ... Había recordado ese nombre sin siquiera proponérselo y recordaba a la persona también ... sonrió complacido ... quizás no iba a ser una proeza imposible el recuperar sus memorias perdidas ...

- No te vas a deshacer de mí tan fácilmente - sonrió ampliamente - Además una visita al manicomio quizás me haga recordar ... Me hace falta - sonrió.

Lo miró y también sonrió, podía sentirse el ser más desgraciado del planeta, pero cuando veía esa sonrisa era como ver salir el sol después de una tormenta.

- Va a ser navidad ¿Tienes pensado qué hacer? No me molestaría pasarla contigo ¿O prefieres volver a tu casa? Creo que Shannon se va a preocupar y ...

Lo miró sorprendido y se acercó poniéndole ambas manos sobre los hombros sonrió de manera radiante, estaba recordando...Tal vez no todo se había perdido, se mordió el labio inferior y apoyó la cabeza en su pecho para que no viera sus lágrimas.

- Shannon...es mi medio hermano - musitó - Si, seguro se preocupará pero Damon lo cuidará, como están las cosas no creo que debamos ir, no creo que a él y a mi primo les sea beneficioso vernos juntos.

Soltándolo bruscamente suspiró.

- Perdona, sigo afectado por "Dei" y mis primos...¿Pasarías la Navidad aqui conmigo? tal vez podramos ir a hacer equilibrio a la torre Eiffel - rió - Debemos pensar que enfermedad tenemos y tú no tienes cara de "emo".

Mirándolo a los ojos volvió a besarlo,ésta vez con mayor pasión.

Puede que su memoria no lo recordara pero su cuerpo definitivamente si ... Sus labios eran infinitamente tentadores, su aroma se la hacía exquisito y su piel era la más nívea que había visto en su larga existencia ... todo en él era una contradicción fascinante, y no le molestaba en absoluto compartir su espacio personal con él, inclusive su espacio intimo era demasiado grande como para satisfacer las ansias que tenía de cercanía con aquél ser que podía revolucionar su mundo entero.

- Perdona, sigo afectado por "Dei" y mis primos...¿Pasarías la Navidad aqui conmigo? tal vez podramos ir a hacer equilibrio a la torre Eiffel - rió - Debemos pensar que enfermedad tenemos y tú no tienes cara de "emo".

Sonrió, pero no alcanzó a hacerlo por demasiado tiempo, otra vez se fundían en un cálido beso lleno de necesidad, o por lo menos para él lo era, la pasión era desbordante y se podía sentir las ganas que tenía el demonio por hacerle volver todos los recuerdos con aquél gesto tan satisfactorio.

Apenas se separaron por la falta de oxígeno, Deimos estrechó a Jared entre sus brazos, se notaba desde lejos que lo necesitaba, y aunque estuviera sufriendo de una amnesia obligatoria no podía negar que lo reconfortaba a él mismo el saber que su pequeño demonio se encontraba allí, tan cercano pero lejano al mismo tiempo.

- Me encantaría pasar navidad contigo - sonrió ampliamente irradiando seguridad - Ya se nos ocurrirá por qué pasar, no soy tan mal actor.

Por alguna razón en su cabeza estaba fija la idea de un 24 y 25 de diciembre en una casa con un árbol decorado, con girnaldas, luces, una cena y un perro con la nariz de Rodolfo, sin duda una imagen algo infantil e ilusa de una fiesta que no le provocaba mayor entusiasmo en aquellas circunstancias.

- Lástima que no tengo ni el árbol - suspiró - ¿Tú querias una noche buena normal no?

Y volvía el asesino dolor de cabeza, el mismo que venía acompañado de imágenes de él y el joven de ojos celestes sentados en una cafetería observando el mar ... dudó un instante de si aquél recuerdo lo era en realidad o sólo una jugarreta de su dolida imaginación, pero lo más perturbante sucedió después ... Se recordó en otro cuerpo, en otra época sentado en frente de un joven de cabello negro y ojos verdes compartiendo un té a orillas del Sena.

- ¿En qué tiempo tuviste los ojos verdes? - inquirió tomándose la frente, intentando en vano calmar el dolor de cabeza.

Llegó a París, la ciudad del amor y la cultura. Recordaba perfectamente dónde estaba el moderno departamento de Deimos, pese a que su nivel de satisfacción era alto, gracias a la muerte de Apolo, seguía enfadado por el rechazo y más porque lo había tenido tan cerca.

Al acercarse se detuvo súbitamente, el lugar estaba sellado. Esto aumentó su enojo y extendiendo el brazo destruyó el sello,al igual como lo había hecho con el alma de Apolo.

- ¿En qué tiempo tuviste los ojos verdes? - inquirió tomándose la frente, intentando en vano calmar el dolor de cabeza.

Se plantó con tranquilidad enfrente de ambos, pese a su reciente despecho, tenía que reconocer que estéticamente Deimos y Beliel formaban una pareja maravillosa. Lástima que no tanto como él y Deimos.

-Creo que ese era yo, capullito - murmuró mirando de reojo con burla a Jared - Deimos nos quedamos en la mejor parte en El Cairo, ¿Ya le contaste a tu demonio que eres más feliz siendo libre que atado a alguien que no recuerdas?.

Se cruzó de brazos y sonriendo se acercó a Jared y tomándolo de la chaqueta,lo levantó del sofá, con uno de sus dedos lo obligó a levantar el mentón, examinándolo.

- Estás...violable muchachito, vete antes que cambie de opinión y decida saciar mis ansías contigo.

- Me encantaría pasar navidad contigo - sonrió ampliamente irradiando seguridad - Ya se nos ocurrirá por qué pasar, no soy tan mal actor.

Se los imaginó a ambos con esos uniformes blancos, mientras pudiera escaparse a fumar, confiaba en que no enloquecería de veras. Aunque dado su estado anímico actual ni necesaría fingir que era un depresivo.

- Lástima que no tengo ni el árbol - suspiró - ¿Tú querias una noche buena normal no?

Negó con la cabeza, para que pudieran tener una celebración normal, tendrían que estar alejados de la mitad del mundo y, sin batallas de por medio. Iba a decirle que se conformaba sólo con estar juntos cuando una pregunta le causó extrañeza.

- ¿En qué tiempo tuviste los ojos verdes? - inquirió tomándose la frente, intentando en vano calmar el dolor de cabeza.

Se acercó a él intrigado,iba a ofrecerle ir por un par de aspirinas cuando una presencia le molestó. El hombre que estaba enfrente de ellos se veía seguro y estaba lleno de arrogancia, supuso que sería un Dios, pues no cualquiera rompía un sello.

-Creo que ese era yo, capullito - murmuró mirando de reojo con burla a Jared - Deimos nos quedamos en la mejor parte en El Cairo, ¿Ya le contaste a tu demonio que eres más feliz siendo libre que atado a alguien que no recuerdas?.

Esas palabras lo enfurecieron, lo miró furioso y el singular personaje se le acercó y en un rápido ademán lo tomó de la chaqueta y del mentón.

- Estás...violable muchachito, vete antes que cambie de opinión y decida saciar mis ansías contigo.

Sonrió ¿Pero quién demonios se creía que era? el apodo que le había dado a Deimos ya bastaba para hacerlo explotar, la mención de El Cairo no presagiaba nada bueno, soltándose se sacudió y lo miró tratando de mantenerse calmo.

- No puedo decir lo mismo de ti, ¿Quién te invitó al baile? excepto si quieres ser Rudolf o hacer de Santa, no creo que te necesitemos - Miró a Stef - No me importa que hayas estado con Stef y tampoco quien seas. Estoy cansado de tantas interrupciones e impedimentos, esfúmate.

Suspiró cansado ¿Qué no había tenido suficiente ya? La cabeza le dolía a montones, y estaba completamente seguro que el del recuerdo era Jared .. de alguna forma.

Su rostro se endureció, sus ojos perdieron todo brillo y aquella sonrisa que había aparecido en sus labios se esfumó. Con parsimonia tomó a Jared y se lo quitó de los brazos a Cronos, por mucho que apenas lo recordara no iba a dejar que el unico testimonio de la vida que había perdido saliera herido.

El joven se colocó a un lado suyo con una expresión de furia irrepetible, pero él debía controlarse si estaba tratando con el dios del tiempo.

- ¿Vas a aprender algún día a respetar la privacidad ajena y a tocar la puerta? - preguntó neutral

La presencia de aquella entidad divina no podría haber sido más molesta. Sus ojos ya estaban adquiriendo una tonalidad miel pero respiró profundamente intentando calmar las ansias de destruír que quemaba en sus venas.

- Jamás te prometí nada Cronos, y ya estamos a mano ¿No? Si quieres conversar no es ni el momento ni el lugar gusanito - dijo en tono despectivo.

Le molestaba por sobretodo que lo tratara como si de un objeto se tratara, cómo si le perteneciera y jamás fue así.

- Si le dije algo a Jared o no debe ser decisión mía ¿Piensas escoger por mí toda mi vida? - sonrió sarcástico - Dudo mucho que quieras "recuperarme" porque cada cosa que haces termina por alejarte más y más .

- No puedo decir lo mismo de ti, ¿Quién te invitó al baile? excepto si quieres ser Rudolf o hacer de Santa, no creo que te necesitemos - Miró a Stef - No me importa que hayas estado con Stef y tampoco quien seas. Estoy cansado de tantas interrupciones e impedimentos, esfúmate.

Si Deimos no lo hubiera apartado en el momento preciso, el hijo de Zacharias sería historia, nadie le había hablado de esa forma en su vida y había vivido para contarlo.

- Jamás te prometí nada Cronos, y ya estamos a mano ¿No? Si quieres conversar no es ni el momento ni el lugar gusanito - dijo en tono despectivo.

Se veía que Deimos luchaba por no explotar nuevamente, se preguntó por qué se contendría,tal vez por el joven demonio,tal vez por si mismo. Aspiró hondo para refrenar su molestía, nuevamente lo estaba rechazando.

- Si le dije algo a Jared o no debe ser decisión mía ¿Piensas escoger por mí toda mi vida? - sonrió sarcástico - Dudo mucho que quieras "recuperarme" porque cada cosa que haces termina por alejarte más y más .

Eso,terminó por sacarlo de quicio, si su bella apariencia no bastaba, si su pasado no bastaba y si ese adolescente era mucho mejor que él. Entonces no continuaría con eso. Se acercó lentamente a Deimos.

- Bien, veo que eres inflexible...Apolo está muerto, sólo venía a decirte eso. - suspiró - Te quedarás solo.

Miró a Jared, él único que se esfumaría sería él, lo agarró de un brazo y caminando a grandes zancadas lo arrastró tras de sí, como el departamento era de vidrio, abrió uno de los enormes ventanales y lo empujó.

-Si yo tendré que estar solo por una eternidad, entonces tu también Deimos...Au revoir.

Desapareció muy complacido.