Les pensées qui glacent la raison (piso 12)

Una sonrisa de oreja a oreja se formó en su rostro al escucharlo hablar, le tomó dos segundos pararse a devorar los labios de su amante.

Era una situación absolutamente frustrante, y sin duda alguna un golpe certero a su autoestima como dios, pero el demonio lograba calmarlo, le daba la seguridad de decir que a través de él sí podía recuperar parte de su vida.

- Gracias - Sonrió - Por lo menos tengo tiempo.

No supo cómo, una imagen de sí mismo en un centro comercial sirvió de recordatorio de que aún no le había entregado su regalo a Jared. Sin decir nada corrió escaleras arriba, tomó la bolsa que reconoció como la compra más importante de St. Ursanne y bajó aún sonriente. Era un par de lentes y una chaqueta de cuero.

- Feliz Navidad - le extendió la bolsa con un brillo adornando sus ojos,

Pero no alcanzó a decir nada más, el lugar había sido nuevamente invadido esta vez por dos conocidas presencias.

Aparecieron en el departamento al que había ido a visitar varias veces al dios griego hace unos años atrás, el lugar se veía totalmente distinto, y decorado con un gusto exquisito.

Se acercó a Deimos y le tomó las mejillas efusivamente, como si se tratase de un nieto al que no veía en años.

- ¿Te devolvieron entero? ¿Abusaron de ti? Oh mi pobre Stef - lo abrazó mientras observaba la expresión de Jared - No me hagas esto nunca más ¿Ok?

El dios se separó de él entre molesto y divertido, momento en el que el vampiro aprovechó de inmiscuirse en las cabezas de los dueños de casa percatándose de la confusión en las memorias de Stefan ... Así que de eso se trataba todo.

- De todos modos no se han perdido demasiado, pero tengo un asuntito que tratar contigo nuero querido - dijo luego de guiñarle un ojo al demonio.

Rió con ganas ante la actitud que adoptaba Damon con Deimos, se acercó y abrazó a Jared cálidamente de manera de saludo.

- ¿Cómo estás? Feliz Navidad - Le sonrió abiertamente separandose de él. - ¿Piensas no abrir el obsequió? - Inquirió indicandole con la mirada la bolsa en sus manos. Observó con atención el lugar, estaba muy bien distribuido y acomodado... aunque en cierto sector, se encontraba en total desorden, levantó una ceja observando la sala. - Creo que ya te has encargado de hacerlo recordad...- Sonrió al demonio, que empezaba a abrir la bolsa con los ojos llenos de curiosidad.

Sus palabras sirvieron para animarlo y sonrió mientras lo veía correr escaleras arriba como si fuera un niño. Se quedó mirándolo y pensó en la poca infancia que tuvo, aún no entendía ese súbito deseo de ir a Disney ¿Era la misma persona que frecuentaba los Bares completamente drogado o el mismo que buscaba relaciones aurodestructivas para saciar su propia ansia de destrucción?.

No cabía duda de que Stefan lo había cambiado,sacando lo mejor de sí. Aún pensaba en eso cuando ya él estaba enfrente con un paquete en sus manos.

- Feliz Navidad - le extendió la bolsa con un brillo adornando sus ojos,

Sonriendo lo abrazó y apenas comenzaba a abrirlo cuando vio que tenian invitados, Damon y Rosalie. Alzó una ceja y reprimió un gesto de extrañeza o asombro, bueno, era Navidad y, seguramente estaban preocupados por Deimos.

- ¿Te devolvieron entero? ¿Abusaron de ti? Oh mi pobre Stef - lo abrazó mientras observaba la expresión de Jared - No me hagas esto nunca más ¿Ok?

Ya empezaba a cambiar radicalmente su expresión,si...podía haber cambiado muchos de sus malos hábitos pero ver a Damon tan cerca de Stefan, considerando su pasado en común,no le hacia ninguna gracia y estaba comenzando a ponerse celoso. Vio que Rosalie también los miraba con curiosidad y suspiró.

- De todos modos no se han perdido demasiado, pero tengo un asuntito que tratar contigo nuero querido - dijo luego de guiñarle un ojo al demonio.

No estaba entendiendo nada, de pronto cayó en la cuenta de que aún estaba semidesnudo, miró a Rosalie a los ojos y le sonrió con calidez.

- ¿Cómo estás? Feliz Navidad - Le sonrió abiertamente separandose de él. - ¿Piensas no abrir el obsequió? - Inquirió indicandole con la mirada la bolsa en sus manos. Observó con atención el lugar, estaba muy bien distribuido y acomodado... aunque en cierto sector, se encontraba en total desorden, levantó una ceja observando la sala. - Creo que ya te has encargado de hacerlo recordad...- Sonrió al demonio, que empezaba a abrir la bolsa con los ojos llenos de curiosidad.

Ella tenía razón, abrió la bolsa y se quedó asombrado al ver una chaqueta de cuero y un par de lentes de sol de marca, recordó que Stefan había ido de compras en St. Ursanne.

- Wow...- susurró asombrado y con una sonrisa murmuró - Feliz Navidad, Ros, Damon...Quería preguntarles algo, hace un rato sentí algo extraño referente a Shannon y a Roberto, ¿Ustedes saben que les sucedió?. Siento que ellos cambiaron, pero no podía dejar a Stef solo, no después de lo que le sucedió.

Los miró alternadamente a ambos esperando que tuvieran una respuesta.

- De todos modos no se han perdido demasiado, pero tengo un asuntito que tratar contigo nuero querido - dijo luego de guiñarle un ojo al demonio.

¿Qué se supone que querría hablar Damon con él? De lo poco que recordaba no encontraba indicio alguno de que le debiese una conversación o algún favor. Se encogió de hombros al percibir la molestia del demonio sobre la cercanía que mantenía con el vampiro mientras sonreía ampliamente.

- ¿Cómo estás? Feliz Navidad - Le sonrió abiertamente separandose de él. - ¿Piensas no abrir el obsequió? - Inquirió indicandole con la mirada la bolsa en sus manos. Observó con atención el lugar, estaba muy bien distribuido y acomodado... aunque en cierto sector, se encontraba en total desorden, levantó una ceja observando la sala. - Creo que ya te has encargado de hacerlo recordad...- Sonrió al demonio, que empezaba a abrir la bolsa con los ojos llenos de curiosidad.

Sonrió recordando con algo de tristeza el día en el que había recibido a Dei como regalo, lamentaba su pérdida pero sabía que ya no podía hacer nada.

- Wow...- susurró asombrado y con una sonrisa murmuró - Feliz Navidad, Ros, Damon...Quería preguntarles algo, hace un rato sentí algo extraño referente a Shannon y a Roberto, ¿Ustedes saben que les sucedió?. Siento que ellos cambiaron, pero no podía dejar a Stef solo, no después de lo que le sucedió.

Y volvió la misma sensación de frustración de hace un rato, procuró respirar hondamente para calmar sus nervios, volvió a sonreír, esta vez con mayor dificultad.

- ¿Tiene que ver con lo de Apolo no? - inquirió para luego dirigirse a Jared - Tenemos tiempo aún ¿Por qué no te abrigas antes de que nos expliquen - dijo en tono sugerente.

Se acercó a la mesa y sirvió dos tazas de café para sus nuevos invitados.

- ¿Tiene que ver con lo de Apolo no? - inquirió para luego dirigirse a Jared - Tenemos tiempo aún ¿Por qué no te abrigas antes de que nos expliquen - dijo en tono sugerente.

No sabia bien por qué pero sintió que no estaban ahi sólo por Apolo, miró a Damon intrigado y encogiéndose de hombros se acercó a las escaleras.

- Tienes razón - sonrió - Aunque sea un Demonio, no estoy tan inmune a los resfrios - rió.

Subió rápidamente y,una vez arriba se sentó en la cama pensando con nostalgia en "Dei", buscó sus ropas y comenzó a vestirse sin prisas, tomando su celular decidió enviarles un mensaje a Shannon y a Roberto.

"Encontré a Stef...es una historia larga, siento no estar en esta fecha con ustedes ¿Todo va bien?"

Esperaba que alguno le respondiera.

Miro de reojo al demonio que subía la escalera, su misión no lo involucraba, pero definitivamente iba a tener repercusiones en él también. Se preocupó por unos instanstes de cuánto iba a impactar la transformación en la relación de ellos dos.

- Como te decía mi estimadísimo Deimos tengo algo que proponerte, pero no aquí ni ahora.

Observó con detenimiento el departamenteo, le sorprendió ver tres vasos y una botella de whisky sobre una mesa, había tenido visitas, pero no quiso indagar más para descubrir de qué tipo.

- Apurate retoñito no quiero contar la misma historia dos veces ¿O prefieres que mande a Stef a vestirte?

Una sonrisa gigantezca se formó en sus labios, estaba recuperando su humor normal y eso era satisfactoriamente preocupante.

Apareció en el departamento y se quedó de piedra al ver a los dos Vampiros, la esencia de Caín les rodeaba, no supo que hacer por unos segundos, y viendo al Demonio arriba fue hasta él y le envió un mensaje a su mente.

"Jared, Alaric me envió...Te necesitan, Caín asesinó a Apolo y debes ir a Holanda cuanto antes...Hay mucho que debes saber, no confíes en ellos, estos Vampiros están con Caín, vete ya me encargaré de que no te sigan".

Lo quedó mirando y, viendo que el muchacho parecía indeciso, tomó la chaqueta de cuero que aún no se ponía y se la colocó sobre los hombros, sin decirle nada lo hizo desaparecer junto a él.

Casi se le salieron los ojos cuando sintió la presencia de Gabriel apareciendo en un instante y desapareciendo con Jared. El momento era propicio para hacer lo que quería, por mucho que Caín se lo hubiese pedido era algo que tenía pensado desde antes. Y ahora, con la aparición del padre de los vampiros tenía muchas y muy buenas razones para hacerlo, pero no se las iba a confezar a Deimos, prefería persuadirlo de otras formas en las que se expusiera en menor medida.

- Voy a ser claro y directo ... no tenemos demasiado tiempo, las cosas van a camino feo - dijo mirando a Rosalie y a Deimos alternadamente - Sé que detestas que te usen así que siendote sincero vine porque tengo que convertirte en vampiro.

El dios retrocedió unos pasos y se encontró con el frio vidrio de una de sus ventanas, se veía completamente sorprendido, una reacción totalmente predecible. Damon aprovechó ese instante para colarse en los ultimos recuerdos del dios del miedo,

- No puedes engañarme caro mio - sonrió mientras se le acercaba - Sé que amas el sabor de la sangre, que fuiste adicto a ella cuando estuviste con Nina y que es a lo que siempre recurres cada vez que tienes una recaída ... Dime algo ¿Qué tan bien se sentía la sangre de Jared en tus labios?

Aquella sonrisa esta vez era malévola. Había tocado un punto importante, y la mueca de contradicción en el rostro de Stef le dejó saber que así había sido.

- ¿No es maravillosa la calidez de aquél liquido rojo atravezando tu garganta llevandose con él la vida de alguien más? Tú y yo sabemos que sí, y ahora no tendrá que ser simplemente una adicción, vas a poder dejar de caer en ella como si de una droga se tratara, no deberás tener excusas .... es simplemente la supremasía del mas fuerte, así que qué me dices ¿Cuello o muñeca?

La expresión de Damon se habia descompuesto en el momeno en que Gabriel apareció en la habitación, arrastrando a mi querido demonio con él, suspiré con cierto deje de molestia, pero confiaba que regresaría en breve. Era inevitable no sentirme confuso ante la situación que se avecinaba, de repente las palabras del vampiro presente capturaron por completo mi atención.

- Voy a ser claro y directo ... no tenemos demasiado tiempo, las cosas van a camino feo - dijo mirando a Rosalie y a Deimos alternadamente - Sé que detestas que te usen así que siendote sincero vine porque tengo que convertirte en vampiro.

Retrocedí lentamente, como un auto reflejo, la mirada descrita en los ojos azules del vampiro y en la mueca del rostro de la vampiresa, me daban la alta señal de una advertencia. Choqué contra una de la ventanas, en un instante Damon ya estaba justo frente a mí, indagando en lo poco que me quedaba privado.

- No puedes engañarme caro mio - sonrió mientras se le acercaba - Sé que amas el sabor de la sangre, que fuiste adicto a ella cuando estuviste con Nina y que es a lo que siempre recurres cada vez que tienes una recaída ... Dime algo ¿Qué tan bien se sentía la sangre de Jared en tus labios?

Y una tecla parecía hundirse, forjándose con la sádica sonrisa que mostraba el vampiro. Y tenia razón, tragué saliva, saboreando ésta con cierta culpabilidad, porque la sangre de Jared era un afrodisiaco puesto sobre mis labios, algo que si descuidaba la poca razón que me quedaba podría terminar en un acto atroz.


- ¿No es maravillosa la calidez de aquél liquido rojo atravezando tu garganta llevandose con él la vida de alguien más? Tú y yo sabemos que sí, y ahora no tendrá que ser simplemente una adicción, vas a poder dejar de caer en ella como si de una droga se tratara, no deberás tener excusas .... es simplemente la supremasía del mas fuerte, así que qué me dices ¿Cuello o muñeca?

- Porque preguntas lo primero si has leído varias veces en mi mente la respuesta – Le comenté con sarcasmo – Al menos si harás esto, y agradezco que hallas sido sincero querido ‘amigo’, has que valga la pena, y dejo a tu criterio donde morderás tu sabes donde me hará disfrutar más del dolor, será la primera y última vez que probare de tu sangre y se de sentirla como adicción. – Le asentí dándole mi aprobación de que diera a rienda suelta a sus sentidos, simplemente trataría de disfrutar aquel irrepetible ritual.

- Porque preguntas lo primero si has leído varias veces en mi mente la respuesta – Le comenté con sarcasmo – Al menos si harás esto, y agradezco que hallas sido sincero querido ‘amigo’, has que valga la pena, y dejo a tu criterio donde morderás tu sabes donde me hará disfrutar más del dolor, será la primera y última vez que probare de tu sangre y se de sentirla como adicción. – Le asentí dándole mi aprobación de que diera a rienda suelta a sus sentidos, simplemente trataría de disfrutar aquel irrepetible ritual

Sonrió de lado, era tan sádico como el mismo y sufría un masoquismo ideal. Tomó una de sus muñecas, pero antes de acabar con todo debía aclarar algo.

- Algún día hijito entenderás que lo hago por tu propio bien.

Mordió fuertemente el brazo de Deimos comensando a consumir de a poco su vida. La sangre de dios era algo sumamente exquisito, pero debía luchar contra el esfuerzo natural que tenían por sobrevivir, lo que en el caso de su amigo era poco, era como si hubiese renunciado y se hubiese entregado dándose por vencido.

Cuando el pulso del dios del miedo se volvió mas irregular tomó su propia muñeca. Rosalie los miraba extasiada con los ojos completamente brillantes. Stefan bebió automáticamente de su muñeca hasta que Damon sintió que no podía más, retirando bruscamente su brazo de los labios de su amigo.

- Sabes que eso es lo hermoso de ser vampiro, somos los únicos monstruos que asesinan con un beso.

Procedió a partirle al cuello a su nuevo 'hijo' sintiéndose débil. La vampira le ofrecio de su sangre y el gustoso aceptó mientras veía renacer al dios de una forma mucho más oscura de la que se hubiese imaginado.

- Algún día hijito entenderás que lo hago por tu propio bien.

¿Era realmente así de descarado? En aquél instante se reprendió a si mismo al notar que se había sorprendido, a pesar de que conocía al vampiro hace siglos aquello debía ser una acción predecible.

El dolor en su muñeca era incomparable, pero al mismo tiempo satisfactorio, como si se hubiese lanzado al principio del fin sin ningún hilo que lo sosteniera y sin ningún apoyo que lo sustentara luego de la caída, era la dicha de lo inesperado y de lo fatalista.

El sabor metálico de la sangre de su ahora progenitor era extasiante. Recordó con dificultad los días que había permanecido con su prima drogándose con toda sustancia disponible y en los que ambos autodestructivos compartían sangre, exquisita y roja sustancia símbolo de vida ... Era por eso que odiaba que Jared se comportara de ese modo era por su tormentoso pasado, no se sentía capaz de verlo destruirse para terminar de hacerlo él mismo con su propia integridad.

- Sabes que eso es lo hermoso de ser vampiro, somos los únicos monstruos que asesinan con un beso.

Lo miró con recelo, como pudo en aquellas condiciones hasta que sintió su cuello partirse en dos.

Pasó unos minutos inconsciente hasta que sus ojos se adaptaron a su nueva forma y su cuerpo parecía haber adquirido mayor ligereza. Su celular lo terminó por sacar del trance.

"Stef, estoy ajustando los últimos detalles del viaje...Búscame en el Bar "Dante's" en Holanda, siempre tuyo.Jared".

Una punzada de dolor se alojó en su corazón ¿Qué tanto iba a influír aquella derrota en su relación? No quiso aventurarse a asegurar algo. Lentamente le contestó el mensaje.

"Tardaré un rato vida mía. Espérame iré por ti en unos minutos"

Se paró y miró con una sarcástica sonrisa dibujada en sus labios a Damon.

- Gracias "padre" - le beso la mejilla fríamente - Era lo que me faltaba.

La voz de Damon resonó en su cabeza fuertemente "Caín" se repetía casi con eco y en aquél instante lo comprendió todo, si las cosas estaban así tenía algo sumamente importante que hacer.

- Nos vemos, tengo un asunto importante que tratar - besó la mano de Rosalie, se despidió con la mano de Damon y desapareció en busca de su hermano.

Suspiró cansado apartándose un poco de Rosalie para dejar de beber su sangre. Por lo menos se encontraba más tranquilo, sabiendo que Deimos había entendido.

- Ya no se la debo - sonrió complacido- Un peso menos de encima... Me salvó la vida una vez y acabo de devolverle el favor.

Se quizo golpear por un instante, se había suavizado demasiado y había actuado honorablemente, tan poco típico en él, pero una deuda, al igual que una promesa para él significaban demasiado.

- Espero que con esto puedan a sacarse a Caín de encima por un tiempo prudente, no me molesta trabajar a su lado pero odio ser tratado como mascota - susurró sentándose sobre la alfombra.

Miró a la vampira con dulzura, habían pasado por tanto juntos que ya le era imposible imaginarse teniendo una aventura sin ella.

- Gracias por acompañarme - sonrió calidamente.

Convertir a la personificación del miedo habia salido tal y como lo esperaban, y ante sus ojos habia sido mucho más interesante siendo la única espectadora de aquello. Se acercó a Damon brindandole a éste de su sangre para compensar al menos una parte de la que Deimos le habia quitado durante el proceso, cuando éste le solto la muñeca, mostraba una radiante sonrisa.


- Ya no se la debo - sonrió complacido- Un peso menos de encima... Me salvó la vida una vez y acabo de devolverle el favor

Lo observó por unos instantes viendo su gesto de contrariedad, simplemente le sonrió, sabia que a pesar de todo él se preocupaba por aquel dios le gustase expresarlo o no.

- Espero que con esto puedan a sacarse a Caín de encima por un tiempo prudente, no me molesta trabajar a su lado pero odio ser tratado como mascota - susurró sentándose sobre la alfombra.


- A nadie le gusta ser tratado como una mascota, pero más que mascote somos simples titeres que interpretan un papel 'importante' por ahora... - Comentó tranquilamente sin cambiar la expresión serena que mantenia su rostro, se sentó de piernas cruzadas en el sofá, quedando justamente frente a el vampiro.


- Gracias por acompañarme - sonrió calidamente.


- Siempre es un placer Sr. Salvatore - Susurró mirando fíjamente aquellos ojos azules. Apartó la mirada tomando su móvil, acordandose de dos vampiros. Ángel y su querido Stefan. - Creo que seria tambien conveniente poner a tu hermanito y al Sr.Booth al tanto de la situación ... Y el departamento de relaciones públicas ¿qué recomienda para cazar en breve? Debemos buscar el siguiente recluta.