La última defensa

Se había separado de uno de sus compañeros jerarcas momentos atrás. Ahora se dirigía al lugar donde había una extraña concentración de energía. Apenas llego, observo las caras de pocos amigos que tenían los presentes. En un abrir y cerrar de ojos, Deimos se había esfumado junto con beliel.

- Tal vez si recordaran lo que es ser humanos otra vez, podrían aprender a reconsiderar las cosas.

Los miraba detenidamente sin decir nada. Temía hablar o opinar, y echar mas lenia al fuego. Prefirió escuchar y no decir absolutamente nada a ellos.

-Creo que llegue en mal momento - murmuro viendo a los presentes.

Su vista se desviaba hacia phobos. Esperaba poder tener algún momento para charlar con él. Suponía que en algún momento podría. Si algo tomo había perdido, era su propia seguridad y confianza en si mismo. Ya ni el sabia lo que realmente quería en ese momento.

La escena se habia llenado de varios personajes que Stevan no conocia, la respuesta de Beliel tambien lo habia dejado al margen, aunque el chico reconocia que en verdad, él nada tenia que hacer alli.

Las energias que emanaban los nuevos llegados era impresionante, mas fuerte que cualquier otra que Stev hubiese sentido antes y le hizo temblar, de golpe los primeros que llegaron Beliel y su compañero se esfumaron, ahora quedaron tan solo ellos tres, Castiel y Dean incluidos, con los nuevos hombres.

Dio un par de pasos alejandose del Impala, la presencia del angel ya casi habia agotado sus reservas y sabia que no podia tomar de aquellas personas a su alrededor, seguro ellos lo notarian.

Aun titubente Stevan maldijo por lo bajo, agarro firmemente su portaplanos y espero a ver que era lo que sucedia a continuación....

Genevieve se bajó del taxi, ni siquiera había alcanzado a irse y menos llegar a New York, la energía del sello y el saber que era de sus seres queridos era muy fuerte para ella, al llegar al estacionamiento vio a un grupo de personas mientras pequeños temblores le ponían los pelos de punta.

- Creo que me perdí de mucho...- musitó.

La energía de su tío Zacharias ya no existía, pero sus primos y su hermano, estaba ahi otra vez, asombrada corrió hacia Nicholas que yacía algo aturdido en el suelo.

- Hermano!!!! - exclamó emocionada.

Miraba la conversación de su tío con Zeus. Cada vez se ponía peor. Si el sello no había armado el apocalipsis la pelea de ellos dos si lo haría. Suspiro levemente. Su hermano se habia retirado. Estaba considerando ese objetivo.

- Tal vez si recordaran lo que es ser humanos otra vez, podrían aprender a reconsiderar las cosas.

Le quedo mirando a Apolo. Si conocía bien a Phobos y su hermano sabría que ninguno de los dos estaría dispuesto a perder su divinidad y si al menos se lo mencionaban a Hades seria sentencia de muerte para Zeus. Aun era el mayor aunque Zeus fuera el dios olímpico Hades tenia el divino poder de asesinar a cualquier dios. Lo bueno era que se llevaba bien con la mayoría. Al menos.

-Creo que llegue en mal momento - murmuro viendo a los presentes.

Sonrió aliviado a volver a ver a Tomo allí. Camino sonriente hacia él. Siempre mirando de reojo a los factores Hades, Zeus y al mismo Apolo, su amigo de infancia. Cuando llegó al lado de Tomislav le sonrió y abrazo dándole algo de confianza. Paso un brazo tras su espalda casi trayéndole hacia si. Sintió una mirada fija en su nuca. Se sentía bien al tener a Tomo a un lado. Desde el momento en Venecia. Tendría que hablar con él.

- No estoy dispuesto a perder mi divinidad - miro a Zeus sin ánimos desafiantes - Por lo mínimo deben tener nuestros consentimientos. Y por lo mínimo los tres titanes deben de llegar a un acuerdo. Solo veo dos. - miro a Apolo. No lo culpa por lo menos él tenía buena relación con su padre y siempre estaría de su parte. En cambio él no.

Los observaba a todos con atención, Zacharias había muerto y Nicholas había regresado, se mantuvo a distancia del resto, todos parecían conmocionados por todo lo que había ocurrido, Genevieve se acerco emocionada hasta donde se encontraba Nicholas. Tomó distancia del grupo, diviso su moto aparcada tal y como la había dejado en la tarde a la entrada del Hall.

‘’Bienvenido a casa, Nicki’’- pensó sarcástico mientras caminaba hacia su motocicleta, a pesar de ser un demonio, las energías en aquel lugar lo abrumaban hasta el punto de agotarlo, se alejaría por una noche de aquel infierno terrenal.Sin pensarlo, encendió su Ducati y acelero hasta la salida de Dreamland.

El lugar estaba llenándose demasiado para su gusto, veía a los Dioses discutir entre ellos y se sentía bastante apartado de todo eso.

- Solo los dioses griegos seran los encargados de juzgarlos como se debe – le puso una mano en el hombro a Dean – Ellos tendrán su castigo de alguna forma. Yo los podría hacer explotar, encadenarlos al cielo pero Hades esta de por medio ya va con los dioses ver que se les hace a los jerarcas.

El ángel había tenido justa razón, y como él no era ni un Dios ni un Jerarca, no tenía mucho que hacer alli, miró a Stevan que se veía algo aburrido y a Castiel y les dijo:

- Tengo que ir al Cementerio...Alaric me espera allá, vengan conmigo y dejemos que ellos arreglen sus asuntos.

Los tres comenzaron a caminar por las afueras de Dreamland, personalmente él sentía que una etapa había finalizado alli pero no toda, y para eso necesitaba hablar con su mentor,Alaric. Mientras caminaban en esa oscura y fría noche, el aire les llegó y lo sintió realmente fresco, alrededor tenían los jardines,más allá el lago,el bosque y la glorieta dónde se había encontrado con Jared cuando éste era sólo un chico confundido.

- Este lugar es aterradoramente hermoso - musitó.

"No soporto más tío, estaré en St. Ursanne, búscame cuando sepas quien quiere mi cabeza pero sabes que hay tres cosas en las que no cederé"

Escuchó retumbar los pensamientos de su sobrino, Deimos en su cabeza. Le miró antes de que desapareciera y asintió. Esas tres cosas a las cuales no renunciaría su sobrino tenían la bastante lógica. Por su parte él no renunciaría a su divinidad por ninguna forma y a Selene. Primero asesinaba al que se le pusiera al frente. A todo el mundo y llegaría al fin del mismo por que eso no ocurriera.

- Y ¿Qué les harás? – Lo miro frio – Le piensas bajar los pantalones, meterle tres nalgadas, mandarlos a bañar con agua fría y después mandarlos sin cena a su cuarto. ¿Eh? Hades. – Sonrió – Esta vez yo elijo. Y claro, entras en esos planes. Esta vez no te sales de esta. No te iras conmigo al Olimpo pero si harás lo que yo diga esta vez. – Suspiro – No serias capaz de hacerle algo a esos niños – dijo señalando a la mayoría que estaba de su lado – Eres tan egoísta que solo vez por tus intereses. Capaz si busco egoísta en un diccionario multimedia encuentro tu foto plasmada en él.

Lo miro de pies a cabeza. Zeus tan expresivo con sus ideas como siempre. Hades alzo una ceja mirándolo desafiante. Nada le haría ir hasta al punto de tratar de tocarlo levemente. Sabia que si al menos de le acercaba con la carga de energía que tenia y algo pensada que se volvió la atmosfera con el metraton que ya se había echo presente. Y mucho menos pensó en ir a dejarse encadenar al Olimpo. Primero prefería suicidarse por su propia mano.

- O tal vez. Le propiciaras una paliza que después se les curara de inmediato. No, esta vez no.

Le sonrió de lado a Zeus ‘meterles una paliza’. Él prefería ponerlos a sufrir robándole el oxigeno hasta el ultimo momento u otra cosa. El termino ‘paliza’ no entraba en su diccionario. Al menos que fuera en peso muy pero muy leve. No consideraba eso castigo. En sus métodos de castigo ese era el menos calificado. Era muy sencillo.

- Calma, el tío no ha hecho nada sorprendente conociendo su carácter, debemos pensar con la cabeza fría y, por muy lejos que hayan ido esta vez, debemos admitir que fue un beneficio para la humanidad, Padre.

Le sonrió y le aplaudió a lo dicho su sobrino. Por lo menos alguien que caminaba en dos pies de los hay presentes estaba razonando como se debía.

- Tal vez si recordaran lo que es ser humanos otra vez, podrían aprender a reconsiderar las cosas.

Y hasta hay había llegado los aplausos y la sonrisa regalada a su sobrino por parte de Hades. Se transformo y una mirada fría y amenazadora. Hasta hay llego el razonamiento lógico que se había apoderado de la atmosfera. ¿Él como humano? Primero muerto Zeus antes de que él llegara hasta ese extremo de ser humano. Eso si que no.

-Creo que llegue en mal momento - murmuro viendo a los presentes.

Astaroth hacia acto de presencia en el lugar. Igual que la sobrina del difunto Zacharias. Hades había dejado el cuerpo del pequeño demonio a manos de su primo mayor, Roberto y Christian. La cara del último pareció cambiar al ver a la rubia pero solo se fijo en que Phobos se acercaba a Astaroth. Casi protegiéndolo de la fría mirada de Zeus.

- No estoy dispuesto a perder mi divinidad - miro a Zeus sin ánimos desafiantes - Por lo mínimo deben tener nuestros consentimientos. Y por lo mínimo los tres titanes deben de llegar a un acuerdo. Solo veo dos. - miro a Apolo. No lo culpa por lo menos él tenía buena relación con su padre y siempre estaría de su parte. En cambio él no.

- Ya oíste. Poseidón no ha llegado. Y si quieres dejarme como un simple peón en tu maldito juego de ajedrez tienes que tener mi consentimiento mi querido ‘Rey olímpico’ – bufó el sobrenombre del rubio que tenia al frente – Siento años desperdiciados en tu aprendizaje. Amárrame al Olimpo no te servirá de algo. – Lo miro a los ojos, aquellos ojos azules – Tú no has entendido que yo ya desistí del tener el Olimpo en mis manos como debía de ser. No estoy rechazando algo. Solo protejo mi libertad. La libertad que aquí tengo. Que ahora logre tener. Que logré abrir los ojos y que no todo esta pintado de rosa con flores. Sin mal no hay bien. Sin ellos este mundo seria uno mundo donde vivirían solo robots donde sus emociones no se expresarían y solo serian monótonamente peones del destino incierto que vivirían cada día hasta el fin de sus vidas.

El ambiente se tornaba cada ve mas denso. Observo a phobos acercándose a el con suma tranquilidad, y este paso un brazo por detrás de el. Lo miro con una sonrisa y siguió escuchando la charla, lo que mas quería era salir de ese ambiente, y llevarse consigo a phobos.

"Shann, Tomo salgan de alli, los dioses pueden castigarnos estando nosotros presentes o no, mañana es navidad...Shannon sabe el camino,estamos con Stef en St Ursanne"

Escucho el mensaje de jared, eh inmediatamente otro de shannon indicándole bien la dirección. Miro de nuevo a phobos.

- Deje mi auto afuera, ¿Quieres acompañarme? iré a ver a jared, deimos y shannon- coloca una mano sobre su hombre- me gustaría que vinieras conmigo, claro, si tu quieres.

Escuchaba como a Hades le fluia cada palabra de su boca. Era un pensamiento arraigado desde hacia un tiempo. Su libertad era la que estaba en juego y sus poderes. Estar en el Olimpo era para muchos un sueño. Para ellos un castigo del cual se pudieron librar para por fin estar bajo su propio régimen de mandato y sin presiones algunas.

- Deje mi auto afuera, ¿Quieres acompañarme? iré a ver a jared, deimos y shannon- coloca una mano sobre su hombre- me gustaría que vinieras conmigo, claro, si tu quieres.

Asintió viéndolo a los ojos. Si algo deseaba era de un momento salir de ahí. Y mejor compañía no podía haber encontrada, Tomislav. Le sonrió tiernamente observando cada centímetro de su rostro.

- Por supuesto – susurro a su oído.

“Tío esto me sofoca. Me voy con Tomo. Avísame para cuando es el castigo y que cadena perpetúa tengo que cumplir. Por ahora quiero estar con Tomo. Me siento mejor con él. Me da paz”

Le sonrió a su tío y siguió al lado de Tomo. De verdad se sentía muy bien con él.

Sintio la mirada de Dean sobre si y lo miro de vuelta, estaba serio y se veia aburrido y distanciado.

Tengo que ir al Cementerio...Alaric me espera allá, vengan conmigo y dejemos que ellos arreglen sus asuntos.

- Tienes razon, esto va mas alla de nosotros. - se acerco a él y junto al angel, Castiel. Partieron rumbo al cementerio.

Escucho con atención las tentadoras propuestas de su hijo. Cada una de ellas eran muy buenas propuestas por todo lo que había hecho su hermano Hades pero también. Si se quedaba sin dios del inframundo. Las almas se descarrilarían. Aunque Hades se había marchado seguía cumpliendo con su trabajo lo cual era algo bueno al igual que Phobos y Deimos.

- Ya oíste. Poseidón no ha llegado. Y si quieres dejarme como un simple peón en tu maldito juego de ajedrez tienes que tener mi consentimiento mi querido ‘Rey olímpico’ – bufó el sobrenombre del rubio que tenia al frente – Siento años desperdiciados en tu aprendizaje. Amárrame al Olimpo no te servirá de algo. – Lo miro a los ojos, aquellos ojos azules – Tú no has entendido que yo ya desistí del tener el Olimpo en mis manos como debía de ser. No estoy rechazando algo. Solo protejo mi libertad. La libertad que aquí tengo. Que ahora logre tener. Que logré abrir los ojos y que no todo esta pintado de rosa con flores. Sin mal no hay bien. Sin ellos este mundo seria uno mundo donde vivirían solo robots donde sus emociones no se expresarían y solo serian monótonamente peones del destino incierto que vivirían cada día hasta el fin de sus vidas.

Abrió los ojos sorprendido. ¿No estaba en contra del Olimpo? Entonces todo lo hacia por libertad. Por ser lo que es en ese mundo. Es verdad sin mal no hay bien. Sin bien nada en el mundo es igual. Mantenido la postura. Aunque tenia razón no se la daría tan fácil. Phobos y Deimos se habían retirado. Solo quedan los demonios presentes y su hijo, Apolo.

- No te lo voy a poner en bandeja de plata – lo miro – Has hecho demasiado daño Hades, mas del que debías. Aunque sean mi hermano deben pagar por ellos al igual que los jerarcas. Destruyeron vidas como si nos les importara nada. Como si no pudieran ustedes estar en esa situación.

Miro del robadillo del ojo a los demonios que estaban presentes. Eran jerarcas pero si eran inteligentes no atentarían contra él o contra Apolo.

- Ellos volverán a ser lo que eran. Demonios, vampiros, lobos y humanos – lo miro – Pero no te puedo quitar tu divinidad. A Phobos y Deimos si lo haría. Pero a ti no puedo. ¿Dónde consigo un dios que quiera tu puesto? Aunque cuesta admitirlo te has destacado en él. Eres un dolor de cabeza pero haces tu trabajo. – suspiro – Los jerarcas no volverán.

E igual si le quitaba su divinidad estaba arriesgándose de morir en manos de Hades. O que le hiciera algo a su hijo y esas no eran opciones. Igual que como si era humano buscaría las mil y un formas de no ser simple o corriente. Aun conocía a los de la Orden, lobos y hasta vampiros. En que no se transformaría. O capaz llegaba más allá de ello.

Oyó los sollozos y las palabras de su hermana como entre un pesado sueño, al abrir los ojos vio que estaban algo apartados y que algo más grande que ellos se gestaba ahi, se incorporó aún aturdido y abrazó cálidamente a Genevieve.

- Caminemos un poco, estoy aturdido y tengo mucho de qué hablarte - sonrió mientras le pasaba el brazo por los hombros y salían de ahi.

Más allá estaban Christian y Roberto, les hizo un gesto...era hora de reunir a la familia.

- No te lo voy a poner en bandeja de plata – lo miro – Has hecho demasiado daño Hades, mas del que debías. Aunque sean mi hermano deben pagar por ellos al igual que los jerarcas. Destruyeron vidas como si nos les importara nada. Como si no pudieran ustedes estar en esa situación.

Y no se lo estaba pidiendo. Lo que menos quería era la lastima de él o algún hecho que le diera a entender que estaba convaleciente ante él o cualquiera. No lo era.

- Ellos volverán a ser lo que eran. Demonios, vampiros, lobos y humanos – lo miro – Pero no te puedo quitar tu divinidad. A Phobos y Deimos si lo haría. Pero a ti no puedo. ¿Dónde consigo un dios que quiera tu puesto? Aunque cuesta admitirlo te has destacado en él. Eres un dolor de cabeza pero haces tu trabajo. – Suspiro – Los jerarcas no volverán.

Lo miro con desaprobación en los ojos. Si algo no permitiría era que a Phobos o Deimos le quitaran sus poderes. Mucho castigo tenía con el padre que les había tocado como para que también le quitaran lo que por derecho les correspondía.

- No tengo problema con los jerarcas. Al fin y al cabo ya no tengo interés en los sellos – lo miro frio – Pero a Phobos y Deimos le dejas intacta su divinidad. Mucho castigo tiene con tener el padre que tienen.- musitó.

Acataría cualquier castigo pero que a sus sobrinos les quitaran sus poderes no lo haría. Mucho le bastaba gastarse el padre que por desgracia del destino tenían.

- No tengo problema con los jerarcas. Al fin y al cabo ya no tengo interés en los sellos – lo miro frio – Pero a Phobos y Deimos le dejas intacta su divinidad. Mucho castigo tiene con tener el padre que tienen.- musitó.

Le sonrió y dio dos aplausos. Por lo menos había pensado en los dos chicos. Ya había dejado algo de lado el “Yo y solo yo” Que solía sacar a pasear cada vez que le provocaba. Sabía algo de la historia de Deimos y Phobos con respecto a su padre. Sabía que los chicos lo odiaban a muerte. Solo querían a su madre y que pensaba que se padre era un perro de dos patas, un furcio. Él no se metía en eso pero si correspondía a la ayuda que Hades les presto cuidándolos, enseñándolos pero también contribuyo a que no se quedaran en el Olimpo y mantener su odio pero moderadamente.

- Está bien. Voy a ser flexible con ellos solo porque tú lo dices.

Selene se acercaba y ese era otro punto a tratar con Hades. Pero hay si le tocaba cuidarse las espaldas más que hace unos segundos.

- Atenea tiene una academia de artes en Francia – dijo mirándolo – Los alumnos que quedan y los profesores. Veían un futuro en Dreamland. Para no dejarlos en el aire. Hablaré con Atenea para que los reciba. Espero que ella nos ayude en esto. – le sonrió irónicamente – Hay entras tú, Phobos y Deimos. Ayudaran a cada humano sin hacerles daño. No asesinaran ni mataran a nadie. Todos estarán intactos. No sé como quieran distribuirse el trabajo. No se salvan. No saldrá de la institución sin mi, Apolo o en su defecto Poseidón si se digna en aparecer. Ya se tardo. – mascullo – Cuidaran de ese instituto con su vida si es necesario. Cada humano y profesor. Todos hay adentro. No les puede pasar nada a nadie por las manos de ustedes. No sin mi consentimiento. – se acerco un poco – Si lo hace se atienen a las consecuencias de que los tres se van al Olimpo conmigo. Phobos y Deimos bajo la tutela de su padre y tú como el dios que debes de ser. Prácticamente su libertad de hacer lo que les de la gana esta en juego. Mas la tuya que la de ellos. Estas más al cuello en esta situación al ser la cabeza de todo lo que pudo haber pasado. Aunque Zacharias haya muerto aun quedabas tú. Estas al cuello.

Se acerco a Hades. Sin intensiones de otra cosa. Le tomó la mano derecha y le abrió la palma de la mano al igual que la de él. La sangre de los dos dioses se mezclo casi haciendo un vinculo mas cercano que el que tenían quisieran o no. Hades mascullo entre dientes mientras empujo levemente a Zeus hacia atrás apartándolo de él mientras la herida de los dos se cerraba y ardía por el vínculo de sangre.

- Primero no insultes a mi madre. Acuérdate que somos hijos de padre y madre igual así que te insultas tú mismo – dijo con sarcasmo – El vínculo se espeso. Si tus intensiones hacia alguien son malignas yo apareceré en el instante – se acomodo el traje mientras lo seguía viendo – Con el mismo los jerarcas desaparecieron. Ahora seran lo que eran vampiros, demonios, lobos y humanos. Ya se deben de haber dado cuenta. La esencia de los jerarcas fue exterminada. – suspiro triunfante ante el dios infernal mientras su hijo los miraba – Seguirás cumpliendo tu trabajo al igual que Phobos y Deimos. – le puso una mano en un hombro a su hijo y le sonrió – Con ellos confió en que mi hijo los tendrá a la raya. Aun están algo jóvenes como para que yo tenga que aplicarle mucho castigo y sé que me vas a ser un dolor de cabeza andante. ¿Podrías hacerme ese favor Apolo? Encargarte de las acciones de tus amigos. Por cierto. El castigo será hasta que los chicos terminen en el instituto. Sera bastante tiempo y un buen escarmiento. Claro que si decides irte antes al Olimpo. Por mi no hay problema – recalco al dios mientras este casi lo mataba con la mirada – miro a su hijo y le sonrió – Si hay algún problema Apolo me lo comunicas y me encargaré entonces también de Deimos y Phobos.

La conversación se ponía cada vez más tensa, se apartó de ellos y sintió haber provocado el enojo de Hades con sus palabras, asi que mejor decidió quedarse callado que era lo único que podía hacer mientras los vigilaba. Los carácteres de ambos dioses eran terribles y nunca se habían llevado bien del todo debido a lo diferentes que eran.

Observó como sellaban un pacto y luego su padre se dirigió a él.

- Primero no insultes a mi madre. Acuérdate que somos hijos de padre y madre igual así que te insultas tú mismo – dijo con sarcasmo – El vínculo se espeso. Si tus intensiones hacia alguien son malignas yo apareceré en el instante – se acomodo el traje mientras lo seguía viendo – Con el mismo los jerarcas desaparecieron. Ahora seran lo que eran vampiros, demonios, lobos y humanos. Ya se deben de haber dado cuenta. La esencia de los jerarcas fue exterminada. – suspiro triunfante ante el dios infernal mientras su hijo los miraba – Seguirás cumpliendo tu trabajo al igual que Phobos y Deimos. – le puso una mano en un hombro a su hijo y le sonrió – Con ellos confió en que mi hijo los tendrá a la raya. Aun están algo jóvenes como para que yo tenga que aplicarle mucho castigo y sé que me vas a ser un dolor de cabeza andante. ¿Podrías hacerme ese favor Apolo? Encargarte de las acciones de tus amigos. Por cierto. El castigo será hasta que los chicos terminen en el instituto. Sera bastante tiempo y un buen escarmiento. Claro que si decides irte antes al Olimpo. Por mi no hay problema – recalco al dios mientras este casi lo mataba con la mirada – miro a su hijo y le sonrió – Si hay algún problema Apolo me lo comunicas y me encargaré entonces también de Deimos y Phobos.

Sonrió, estaban logrando un gran avance y,por fín sabria cuál seria el "castigo" de Deimos y Phobos, y de los Jerarcas. Volvió a acercarse a ambos mientras reprochaba que Ares ni siquiera estuviera interesado por andar flirteando con una vampira.

- Por supuesto que puedo hacerlo - sonrió y miró a Hades - Siento haberte hecho enojar tío, será un placer estar junto a mis primos y conocer a los demás.

Estaba siendo breve, pero era lo mejor pues no era de muchas palabras, se sentía algo cansado debido a la pesadez del aire antes de que los ángeles lo purificaran.

-Entonces ¿Los llevaremos a todos a Francia? Atenea debe estar preparando algo para Navidad...- Se quedó callado le pareció haber sentido una presencia extraña,

-Entonces ¿Los llevaremos a todos a Francia? Atenea debe estar preparando algo para Navidad...- Se quedó callado le pareció haber sentido una presencia extraña,

Había dejado a Melinda en el cementerio. Algo le decía que debía estar hay. Por lo mientras ella fue a donde estaba la reunión familiar. Hades, Apolo y el mismo Zeus. Se aproximo rápidamente a ellos. Le sonrió a Apolo dándole un beso en la mejilla. Le sonrió de lado a Zeus y se aproximo más a Hades que tenia la mano algo adolorida por lo que podía observar. Le dio un pequeño beso en la boca mientras los veía. Zeus la miraba con curiosidad y se preguntaba por que.

- ¿Francia? Es un muy encantador y bello sitio – murmuró.

Escuchó sin mucha atención pero ¿Le estaba viendo cara de niñero? Poco le importaba que pasara con esas personas pero eso a ir al Olimpo. Era mejor eso. Lo miraba con desprecio. La herida aun le dolía como mil agujas incrustándosele en la piel. Lo único que le medio reconfortaba era saber que Zeus sentía en mismo dolor. A pesar de ser hermanos. Los vínculos de sangre entre dioses eran prohibidos al menos de que fuera por castigo y que uno le tocara estar atento del otro. Reprocho entre dientes. Él le había enseñado eso.

- Por supuesto que puedo hacerlo - sonrió y miró a Hades - Siento haberte hecho enojar tío, será un placer estar junto a mis primos y conocer a los demás.

Le negó con la cabeza. Si algo estaba claro era que su enojo no era directo a él. Sino a Zeus y en todo caso estaba siendo buen hijo así que no había que reprocharle.

- Entonces ¿Los llevaremos a todos a Francia? Atenea debe estar preparando algo para Navidad...- Se quedó callado le pareció haber sentido una presencia extraña,

Sintió algo raro en el aire. Como si algo que nadie se esperaba estará presente en ese lugar. No le tomó mucha importancia ya que todavía le daba vueltas el castigo que le había colocado Zeus.

- ¿Francia? Es un muy encantador y bello sitio – murmuró.

Por lo menos algo bueno en ese momento hacia acto de presencia. Le sonrió y la beso. Aun tenia tensa la mano pero ya se le pasaría. Juntando una de sus manos con las de Selene le quedo mirando a Zeus. La miraba algo extraño y quería saber en que pensaba.

- ¿Qué te pasa Zeus? – inquirió mirándolo a los ojos.

- ¿Qué te pasa Zeus? – inquirió mirándolo a los ojos.

Le quedo mirando a Selene. Si no mal recordaba era la persona mas amada de Hades. Se recordaba bien. Según fuentes que a veces los mantenía informado de los pasos de su hermano mayor. Él había celebrado una ceremonia al lado de Selene algo como un ‘matrimonio’ Pero aunque así fuera. Entre dioses los matrimonios no eran así si no los efectuaba Afrodita siendo la diosa del amor. En pocas cuentas no estaban casados realmente. En ley de dios con dios no. Si hubiera sido solo alguno de los dos dioses bienvenido sea. Pero para mas Hades era un titán.

- Ella se va al Olimpo junto a su hermano – le sonrió a Selene – Helios esta con los nervios de puna desde que no sabe de su hermana menor Selene.

Tomó a su hijo de un brazo y le coloco detrás de él. La rabia de Hades se le estaba subiendo y eso estaba por demostrarse si no actuaba rápido.

- ¿La amas? Cierto – se dirigió rápidamente a Hades – Si lo haces déjala ir. Su lugar esta en el Olimpo. Esta más que el tuyo. Al lado de su hermano. Anda déjala ir que sea feliz en nuestro paraíso terrenal. – suspiro mientras miraba alternamente e Hades y Selene – Abre los ojos. La has puesto a sufrir con lo de los sellos. El verte herido o angustiado. Hades piensa por primera vez en alguien que no seas tú. Déjala ir. – le sonrió de medio lado a su hermano – Se razonable. Sabes que es verdad. Ella ha sufrido a tu lado y no es justo. Aunque no lo veas a sido así. Si la quieres y amas déjala ir. Solo así estarán en paz los dos. Déjala.

Al parecer había llegado en el momento justo. No dijo palabra alguna simplemente se dedico a besar en la mejilla a todos sus parientes presentes, poniendo especial énfasis en la más importante de todas. La de su padre.

Zeus parecía estar hirviendo en rabia y su tío, Hades, estaba igual o peor, si veía sonreír a su padre su tío le debía una.

Los labios del dios griego se curvaron en una sonrisa. Ya se la cobraría.

Se dirigió hacia Apolo, el que se mantenía distante y aislado. Actuó una mueca de enfado y se lanzó a abrazarlo sin aviso.

- No los interrumpiré - sonrió inocentemente - ¿No te molesta que me lleve a mi hermano un rato no padre? - inquirió sin esperar respuesta.

Tomó de una manga a Apolo y caminaron hacia los jardines. Estaba enterada de absolutamente todo y había algo que debía decirle al dios del sol.

"Tengo algo de información que te va a encantar Apolo" pensó para que sólo él escuchara mientras caminaban.

- ¿Qué te pasa Zeus? – inquirió mirándolo a los ojos.

Ciertamente le incomodaba sentir en su nuca la mirada del rubio. A demás ¿Qué interés tenia el con respecto a ella? Pues ya estaba por verlo. Hades la cuidaba con celo mientras esperaba respuesta de su hermano. Artemisa los saludo y se llevo a su hermano casi de inmediato. Solo rogaba que Poseidón se apareciera. Era el único que había aprendido a lidiar con los dos titanes sin que se matasen en el intento. Si había un paso en falso el otro respondería siempre habían tenido ese choque de personalidades.

- Ella se va al Olimpo junto a su hermano – le sonrió a Selene – Helios esta con los nervios de puna desde que no sabe de su hermana menor Selene.

Sintió nostalgia. Cuando se fue del Olimpo prácticamente por irse detrás de Hades. Su hermano ni cuenta se había dado por no haber estado. De vez en cuando pensaba que le debía más de una explicación.

La mano que tenia junta a la de Hades se tensaba con la de él. Según su conocimiento sobre el hombre que tenían a un lado. No le había gustado le idea.

- ¿La amas? Cierto – se dirigió rápidamente a Hades – Si lo haces déjala ir. Su lugar esta en el Olimpo. Esta más que el tuyo. Al lado de su hermano. Anda déjala ir que sea feliz en nuestro paraíso terrenal. – suspiro mientras miraba alternamente e Hades y Selene – Abre los ojos. La has puesto a sufrir con lo de los sellos. El verte herido o angustiado. Hades piensa por primera vez en alguien que no seas tú. Déjala ir. – le sonrió de medio lado a su hermano – Se razonable. Sabes que es verdad. Ella ha sufrido a tu lado y no es justo. Aunque no lo veas a sido así. Si la quieres y amas déjala ir. Solo así estarán en paz los dos. Déjala.

Lo miro y se quedo perpleja. Su mirada se oscureció y bajo la cabeza. Sintio Hades separándose de su cuerpo.Su paciencia por su perpectiva lógica se había acabado. Estaba dispuesto a ir por la cabeza del dios. Si algo rechazaba Hades era un comentario negativo de su relacion. Fuera como fuera se querían pero esta vez Zeus tenia la razón. Selene ya se había cansado de estar al borde de las lagrimas y angustiada. Aunque Hades cuidaba con celo de ella. Se ponía en riesgo mas de una vez. Sus nervios estaban al punto del colapso. Sintio la brisa correr por su cuerpo a la velocidad de ataque de Hades. Cobrar la cabeza de Zeus por su comentario sobre como era en su relacion Hades. Medio logro ponerse al frente de Zeus atajando a Hades en sus brazos abrazandolo fuertemente. Sus brazos cruzaron la espalda de este mientras su rostro se alojaba en uno de sus hombros. Sollozaba. Zeus tenia razón pero solo Hades tenia su ultima decisión.

- Te amo – susurró a su oído mientras el cruzaba sus brazos tras la espalda de Selene.

Cada palabra que resonaba en su subconsciente sobre aquel tono neutro que estaba usando para mantener el aire de tranquilidad le estaba chocando en cada neurona de su cabeza. Cada palabra se incrustaba como alfileres recordando uno que otro reproche de Selene por no cuidarse y mantenerse al margen de las situaciones. Lo que mas estaba sintiendo era que Selene estaba retraída y sin decir nada. Eso se lo estaba confirmado. Seria un hijo de puta si después de todo lo que la había hecho sufrir con solo el hecho de verlo herido y no la dejara ir. No era justo para ella.

La cara de Zeus al ver que tenia la razón le producía un gran disgusto. Si algo recordaba su hermano era que odiaba que le contradijeran o en su defecto le criticaran sus relaciones. Siempre decía “Las relaciones sentimentales son de dos” Si alguien se metía ya seria multitud. Se las iba a cobrar a Zeus pero Selene interfirió. Sus brazos lo rodearon amenazándole no soltarle. El desistió e hizo lo mismo. La abrazo cariñosamente mientras escuchaba entre algo de llanto.

- Te amo – susurró a su oído mientras el cruzaba sus brazos tras la espalda de Selene.

Balde de agua fría. Eso acababa de sentir. Era cierto. Si la quería. Debía dejarla ir. Sufrir a su lado no era amor. Se separo algo de ella y le sonrió. Una lagrima que corría por se mejilla Hades se la retiro con delicadeza. La beso y la volvió a abrazar. Junto sus dos manos. Le sonrió de medio lado.

- Dile a Helios que le mando saludo – dijo y la soltó.

Le sonrió y asintió. La vio desaparecer frente a sus ojos. Si estaba mejor sin él. Así seria.

Salió del tren. Ya le dolían los oídos de tanto escuchar retumbar que alguien hablaba de él y si no eran sus dos hermanos no era nadie. Cuando a penas se disponía a darle un sorbo al vino que había en el tren. La necesidad de ir a ver que pasaba con sus hermanos era más fuerte. Aunque fuera una estupidez por la rara forma de trato que tenían los tres. Aun eran hermanos y esa conexión llamaba. Y si estaba calculando bien. Zeus estaba a la cabeza de la reprensión por lo de los sellos. Solo rogaba que no se mataran. Para amarrar a Hades solo estaba Selene y un vinculo de sangre mas fuerte que de hermandad. Dolía como los mil demonios.

“Muévete. Tráete a Elizabeth y vénganse a Dreamland”

Cuando se situó en el lugar donde los titanes estaban. La noche se había apoderado del día. El aire era muy denso. Mucho para su gusto. Y ciertamente era raro. Mas de lo que era su costumbre. Cuando levanto la mirada. Selene desapareció medio sonriéndole. Hades estaba de espaldas a Zeus mientras este lo miraba con intensiones de acercarse.

- Hermanos – susurró.

Hades voltio a mirarlo al igual que Zeus. Sus dos sobrinos también estaban cerca del lugar.

Antes de llegar al lugar Demian me había tomado en sus brazos, me sentí extrañamente segura en sus brazos, antes nunca había sentido algo como lo de ese momento, o tal vez ¿si?, lastima que no lo sepa. Si éste hombre me ayudara a vengar mi honor, podría ser mucho más de lo que yo podría esperar.

Llegamos en breves segundos a Dreamland, todo estaba muy oscuro, ya que esta se presentaba de una forma inmensamente extraordinaria, la luna se tapaba con las nuves a su alrededor, miré a Zeus y Hades, y a unos pocos centimetros de estos ví a Poseidon y un tanto alejados a los hijos de Zeus. Vi de manera muy peculíar a Hades tenía una sospecha de él, pero era mejor mantenerme al margen.

Voltié y fijé mis ojos en los de Demian.

-Crees que esto se podran peor, de lo que se avecina.

Zeus estaba presente junto con Hades. Poseidón por lo visto acababa de llegar. El aire era denso. Que más se podía esperar. De por si, la relación de los tres era bastante tensa en el Olimpo. Después de todo lo pasado. No seria nada bonito lo que se aproximaba. Zeus sumado con Hades. Era mejor estar preparados.

-Crees que esto se podrán peor, de lo que se avecina.

Agarro de una mano a Elizabeth inconscientemente y se la apretó suavemente. Cuando sintió que ella lo miraba algo extraño se percato de su mano junto a la de ella. Era costumbre cuando la defendía cuando estaba pequeña.

- Lo siento. Mala costumbre, ya se me quitara – susurró cerca de ella.

Volvió su mirada a los tres titanes presentes. Parecía una vieja reunión familiar. Casi como cuando celebraban un cumpleaños o fiesta en el Olimpo.

- Titanes – sonrió - Zeus, Poseidón y – miró al último que le faltaba – Hades.

Le quedo mirando al último hasta que este se propuso a acercársele. Tomó de un brazo a Elizabeth y la puso tras su espalda mientras Hades se aproximaba a su encuentro. No parecía que estuviera de buen humor pero sabía como tratarlo. Le sonrió.

Selene se retiro del lugar mientras el frío de la noche desordenaba su cabello y unas hojas que estaban en el suelo. Su sobrina había aparecido y se había llevado a Apolo casi que arrastrando. Alzo una ceja. De verdad estaba maldiciendo el día en que por alguna razón acepto que Selene estuviera con él. Pero el daño ya estaba enmendado y era lo mejor. Zeus permanecía tranquilo e intacto a algo mientras Hades le daba la espalda.

- Hermanos – susurró.

Poseidón había hecho que su presencia se materializara en el lugar donde los únicos eran Hades y Zeus. De alguna forma era un punto a favor tanto de Hades como de Zeus. Él era el único que había sido casi como un lazo de relación entre ellos y si alguien había aprendido a lidiar con ellos era él. Casi que a los golpes pero los entendía de parte a parte. Se le acerco. Le dedico una sonrisa de medio lado. Y le desordeno considerablemente el cabello y le coloco una mano en su hombro.

- Un placer volverte a ver, hermanito.

Tenía la apariencia de un muchacho. Lo extraño era que Zeus parecía el mayor de los tres con su forma, Hades el que le seguía y el más pequeño si era Poseidón. Ciertamente se alegraba de verlo después de tanto tiempo que ya ni contaba.

- Titanes – sonrió - Zeus, Poseidón y – miró al último que le faltaba – Hades.

Y otra figura masculina acompañado de una femenina hacían presencia. Demian. El daimon mas ‘temido’ del Olimpo. Dios como recordaba hacerle la vida imposible en su entrenamiento y aun se reía. A veces lo hacia a propósito otras por que la presión le ayudaría. Y hay estaba hecho y derecho. Se acerco a él. Resguardaba a la daimon que horas atrás solo lo asesinaba con la miraba. Le sonrió irónico. Se preguntaba donde andaría Roberto y Christian.

- Tu sarcasmo… - lo miro - … Es muy malo Demian.

Por el que se había preguntado se había extinguido en el aire. Christian había sido asesinado. Solo lo sentía así. Se lamento, era un buen demonio. La atmosfera que le rodeaba era densa. Tenía muchas cosas en la cabeza. Pero que calculaba algo tal vez acertaría

- Y bien, no soy árbol para sacar raíces – inquirió – La madrugada ya se apoderó del día que acaba de culminar.